Mercedes-AMG GT

El Mercedes-AMG GT se ha renovado recientemente, aunque en esencia sigue siendo el mismo coche que conocimos hace ya unos años. Tiene desde entonces el mismo motor V8 de 4.0 litros sobrealimentado con diferentes niveles de potencia en función de la versión. La más liviana ofrece 476 CV, mientras que la más potente, que añade la denominación 'R', se va hasta los 585, todas ellas asociadas a un cambio automático de doble embrague y siete relaciones. Entre medias están la 'S' y la 'C'. En cuanto a prestaciones, la más liviana ya ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y una velocidad punta de 304 km/h.

En todas y cada una de estas versiones podemos elegir entre diferentes modos que influyen directamente en la sensación que obtengamos al volante, ya que se puede modificar desde el grado de intervención del control de estabilidad hasta el de la respuesta de la dirección, pasando incluso por el ruido que emite el escape. Además, como parte del sistema multimedia más avanzado que se ofrece, tenemos a nuestra disposición el AMG Track Pace, un elemento parecido a una telemetría que nos permite analizar nuestro rendimiento en una pista de carreras. Por si había alguna duda del carácter del coche.

El Mercedes-AMG GT, además de deportivo, también es un ejemplo tecnológico, tal y como demuestra la presencia de la nueva instrumentación de serie para toda la gama, que consta de una pantalla de 12,5 pulgadas para la instrumentación con tres modos de visualización diferentes a la que se suma otra de 10,25 para el sistema multimedia MBUX.

BMW M8

El nuevo BMW M8 se ha presentado hace apenas unos días, aunque aún no se ha puesto a la venta. Existen dos versiones, una convencional con 600 CV de potencia y la Competition, con 625. Esta último, no obstante, será la única que se ponga a la venta en nuestro territorio. En cualquier caso, estamos hablando del mismo motor V8 de 4.4 litros con dos turbocompresores de doble entrada capaz de entregar un par máximo de 750 Nm.

Este corazón, que se asocia a una caja de cambios automática Steptronic por convertidor de par, es capaz de hacer que el BMW M8 Competition Coupé -también hay versión descapotable, como sucede con el Mercedes-AMG GT- acelere de 0 a 100 km/h en apenas 3,2 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 250 km/h, limitada electrónicamente. El sistema de tracción es el mismo que el del BMW M5, total xDrive conectable.

Este deportivo también cuenta con un selector de modos de conducción, que se lleva a cabo a través del Drive Select de BMW. Son tres diferentes, uno destinado a sacar la máxima eficiencia del motor, otro para disfrutar de sus capacidades deportivas y un tercero pensado para su despliegue en circuito. Tenemos también un botón adicional, llamado M Mode, que es el encargado de permitirnos seleccionar qué grado de respuesta tienen los asistentes, además de mostrar la información que corresponda a través del Head-Up Display. Además, el cuadro de mandos digital, llamado en esta ocasión BMW Live Cockpit Professional, es de serie.

¿Cuál es mejor?

Decir que el BMW M8 es mejor que el Mercedes-AMG GT sería injusto, y lo mismo si alteramos su orden en la frase. Sin embargo, un servidor siempre se compraría antes el primero. ¿Por qué? Porque además de ofrecer unas sensaciones muy extremas, añade a la ecuación la versatilidad que le da contar con dos plazas traseras -aunque no sean especialmente espaciosas- y un maletero de 420 litros. Eso sí, también hay que reconocer que, seguramente, el que tenga capacidad económica para adquirir un coche así, quizás no tenga ni que elegir entre ambos...

FUENTE: JORGE MORILLO, AUTO BILD.ES